En algún rincón de Arenas de San Pedro, en plena naturaleza y apartado de la civilización, vive Nacho García Vega. Desde allí trabaja telemáticamente y tiene su propio estudio de música, donde está creando nuevas canciones para Nacha Pop. De vez en cuando, se desplaza a Madrid para ensayar con su banda y prepararse para futuros conciertos.
G. Vega tiene cierta conexión con Cantabria. Uno de sus hermanos, lleva años viviendo en Santander y otro estuvo trabajando en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, situada en el Palacio de la Magdalena. Trabajaba en una sección relacionada con la cultura, de hecho, contrató a Nacha Pop, Radio Futura, Alaska y Loquillo para tocar en el palacio. Recibió varias críticas por contratar al grupo de su hermano, ya que en esa época, no eran tan conocidos.
Además, Nacho recuerda varios conciertos memorables por Cantabria. Sobre todo, uno en el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega. Asegura que este fue uno de las actuaciones más complicadas de su carrera, ya que tuvieron dificultades para lidiar con la reverberación.
También, estuvo trabajando con una artista cántabra con la que grabó un álbum, pero el proyecto no tuvo mucho éxito debido a que careció de una buena distribución.
¿Cómo se encuentra con esta nueva formación de Nacha Pop que arrancó en 2012?
Ha sido una maravilla, hemos hecho muchos conciertos e incluso giras en México, pero llegó la pandemia. La respuesta del público ha sido impresionante, y nosotros nos llevamos muy bien, nos queremos mucho y eso se nota en el escenario.
¿Está componiendo nuevas canciones?
Así es, queremos grabar un nuevo disco pero cuando merezca la pena, es decir, cuando la vida vuelva a la normalidad. pronto les enseñaré a mis compañeros varias canciones que he escrito, para que me den su opinión y propongan ideas. Tengo mucha ilusión de retomar la actividad de la banda, y no solo por cuestión económica, también por las relaciones humanas, por sentirte realizado, volver a la carretera, disfrutar, reírme…
¿Cómo les afectó el virus?
Pasamos de hacer 38 conciertos en 2019 a hacer solo 2 en 2020. Ver a la gente sentada con las mascarillas, fue una fotografía que quedará en mi cabeza para siempre. Tenemos esperanzas de cara a este 2022, ojalá fuera como el 2019.
¿De dónde procedían sus ingresos cuando el grupo estuvo inactivo por la pandemia?
Hace unos años, entré en la AIE, es decir, La Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España. No tengo vocación política ni de este tipo de trabajos asociativos, pero me pidieron trabajar con ellos en temas de relaciones internacionales y ahora mismo soy vicepresidente de AIE.
Durante la pandemia dimos ayudas a los artistas más necesitados y que peor lo estaban pasando, fue un trabajo muy emotivo y solidario. También tengo reuniones con gente del parlamento y de la comisión europea, pero en cuanto saco dos horas libres, me cuelgo la guitarra y hago canciones, no paro.
Vive exclusivamente de la música.
Desde luego. Además, lógicamente, tengo unos ingresos importantes de derechos de autor. A ver, no como para hacerme millonario (se ríe) pero no están nada mal, no me puedo quejar.
Mucha gente que conoció a la formación original de los 80 les recuerda con cariño, pero varios jóvenes se han maravillado con sus canciones.
Exacto, yo siempre digo que los de mi generación, nos ven en los conciertos con los ojos cerrados transportándose en el tiempo. Sin embargo, los jóvenes, están con los ojos muy abiertos, viendo en directo algo de lo que han oído hablar siempre a sus padres. Además, aún quedan varios que reniegan del reaggeton, no menciono al género con odio, ya que es absurdo meterse con un estilo musical. Casi siempre me preguntan por la música actual para que la critique, pero yo aún recuerdo cuando mi padre me reñía por escuchar a Los Ramones en el 78, no voy a caer en esa trampa, por muy poco que a mí me guste.
“Las drogas estaban por todas partes y en todos los ámbitos, igual podíamos juntarnos 20 personas, y te dabas cuenta que todas consumían“
¿Es cierto que usted es el culpable del nombre del grupo?
Sí bueno, de hecho a mí me apodaban Nacha Pop. Jaime Conde, el primer batería que tuvimos antes de que entrara Ñete, me llamaba “la Nacha Pop”, en los 80 nos llamábamos en femenino para vacilarnos. El resto de los componentes de la banda decidió dejar ese nombre, ya que todos tenían relación directa conmigo, es decir, entraron a la agrupación por mí, incluido mi primo Antonio que fue el último en unirse. Al principio me pareció horroroso, pero no le di mucha importancia, ya que pensábamos que jamás sería un nombre importante. Originalmente, se llamó Nacha Pop y los demás, pero luego lo acortamos. Recuerdo que en la parada de metro de Colón en Madrid, estaban haciendo obras y al tirar una de las paredes, apareció un graffiti que decía: Nacha Pop y los demás, lo habíamos escrito nosotros en el año 79.
¿Qué recuerda de la popular Movida madrileña y de la España de los años 80?
Cuando vives algo de forma muy intensa y desde dentro, no eres el ideal para contarlo. Muchas veces, lo hacen mejor los que lo han vivido desde la grada. No fui consciente de lo que pasaba, vivíamos muy rápido y lo pasábamos muy bien. Sin embargo, no éramos excesivamente fiesteros, es decir, le dedicábamos mucho tiempo a ensayar y a dominar el instrumento. Por ese motivo, durante los primeros años, estábamos muy al margen de la Movida. Sin embargo, este movimiento cultural, que supuso un cambio político, fue la tormenta perfecta para que la gente se atreviera a expresarse en todos los sentidos: culturalmente, musicalmente, sexualmente… Si es cierto que primero se hacían las cosas y luego se pensaban. Eso hacía que todo fuera muy amateur, pero al mismo tiempo, era muy puro.
Además, había un consumo masivo de sustancias, en gran parte, debido a la desinformación.
Las drogas estaban por todas partes y en todos los ámbitos, se normalizaron. Por ejemplo, igual podíamos juntarnos 20 personas, y te dabas cuenta que todas consumían. No sé como será ahora la juventud, pero de una manera u otra, la gente tomaba estupefacientes y eso dejó a muchas víctimas por el camino. Muchas de esas personas, tenían talento y fuerza de voluntad, pero tal vez por una mala influencia o un momento de debilidad, la droga les invadía en un instante y les generó dependencia brutal.
“Antonio Vega es uno de los músicos más queridos de este país y eso es un orgullo para mí “
¿Cómo es subirse a un escenario junto a Nacha Pop pero sin que su primo Antonio Vega esté a su lado?
Se lo digo al público, Antonio siempre está con nosotros: en el escenario, cuando viajamos en la furgoneta, en el avión…
Antonio Vega es uno de los músicos más queridos de este país y eso es un orgullo para mí. Además, no solo fue un compañero, también tengo recuerdos muy bonitos de nuestra infancia, sobre todo, cuando jugaba con él, es una sensación entrañable.
En el último álbum que sacamos, Efecto Inmediato, estuvimos preparando algunas canciones antes de que Antonio muriera. Hay una que se llama Hazme el favor , es muy especial, ya que tiene un solo de guitarra que él grabó antes de fallecer. A veces tocamos esa canción en directo, y en su honor, llevamos ese solo grabado y lo transmitimos, es como si estuviera tocando con nosotros en el escenario.
Johnny Cifuentes, del grupo Burning, ha comentado en alguna ocasión que guarda la mítica Gibson Les Paul de su compañero, ya fallecido, Pepe Risi. ¿Tiene alguna guitarra de su primo entre su colección?
No, de hecho, Antonio se deshizo de muchas de sus guitarras. A mí personalmente, me hubiera gustado mucho conseguir su Peavey t60 que es con la que tocó y grabó los primeros años.
Sin embargo, no soy un gran coleccionista, todo lo contrario, suelo compartir bastante. Me he deshecho ya de varias guitarras de aquella época, en varias ocasiones se las he regalado a gente joven. Una vez me llevé una gran decepción, ya que regalé mi Fender Telecaster con la que aparezco en la portada del single de La chica de ayer, al hijo de un amigo. El chaval estaba pasando una época muy mala, le gustaba la música pero no hacía nada, estaba destrozado y bebía mucho. Con todo el cariño del mundo se la di y le dije que si la ajustaba un poco estaría perfecta.
Años después me enteré de que se la vendió a un desconocido, casualmente, me crucé con el comprador en un estudio de grabación y me confirmó que era mi guitarra. Esta historia me hizo ser menos materialista, no soy un gran conservador de las cosas, solamente de unos cuantos pósters de conciertos de Nacha Pop de los 80.
Deben haber vivido muchas cosas juntos.
De todo, recuerdo que cuando fuimos a tocar a México por primera vez, en la plaza de toros Monumental, entraban 40.000 personas y había otras 20.000 afuera intentando entrar, estábamos muy sorprendidos de nuestra fama en el país. Nos bajamos del avión y como no existía internet, desconocíamos la gran expectativa que había y no sabíamos que estaban todas las entradas vendidas, fuimos a ciegas. Llegamos al aeropuerto y de repente vimos a unas 200 personas gritando y no sabíamos que era por nosotros, por lo que nos metimos entre esa gente pensando que estaban ahí esperando a algún actor famoso. Nos empezaron a agarrar del cuello y nos regalaron pulseras con nuestros nombres y camisetas, fue una locura.
Álvaro Urquijo, de Los Secretos, siempre decía que en directo le cuesta mucho cantar la canción Agarrate fuerte a mí María, ya que le recuerda mucho a su hermano Enrique Urquijo. ¿Le duele cantar alguna canción de Nacha Pop que le recuerde a Antonio?
Una décima de segundo tiene una fuerza que me produce esa sensación, pero lógicamente, una canción como es La chica de ayer, que genera ese sentimiento entre el público… la verdad es que te mentiría si dijera otra cosa. Es una explosión nuclear, una sopa de emociones, es una canción del público, la han hecho suya. Cada vez que la tocamos se escuchan miles de gritos y todo el mundo nos graba con el móvil. Antes de la pandemia la tocábamos dos veces y a la segunda, subíamos a algunas personas para que la cantasen con nosotros.
Esa chica de ayer que tanto disfrutamos
La chica de ayer es prácticamente la canción más emblemática de la música pop española. Fue escrita por Antonio Vega en 1977 y se lanzó en su primer álbum en 1980. También se publicó como sencillo, con la canción Nadie puede parar en la cara b del vinilo.
Varios críticos musicales, se han aventurado a declarar a La chica de ayer como la mejor canción del pop rock español. Además, la revista Rolling Stone ha situado a la canción en el puesto número dos de su ranking de las 200 mejores canciones del pop de España — por detrás de Mediterráneo de Joan Manuel Serrat—.
Al principio, la canción duraba unos 15 minutos y era mucho más compleja, ya que no tenía una estructura clara, pero Nacho G. Vega ayudó a su primo Antonio a construir la canción. Al final, la convirtieron en un tema más adecuado para transmitir en la radio, ya que aunque no estaban obsesionados con el éxito, eran conscientes de que no podían crear canciones que nadie quisiera publicar.
Se dice que La chica de ayer fue la primera canción que compuso Antonio Vega cuando estaba realizando el servicio militar en Valencia.
No creo que fuese la primera que hizo, antes de eso trabajamos con alguna canción más punk o rock and roll. Por ejemplo, Mujer de cristal, que está en nuestro primer álbum, es anterior a La chica de ayer. También había otra canción de Antonio que se llamaba Gasoleo Meo (se ríe) que también es anterior, y yo escribí una que se llamaba No te quiero nena. No fueron de las seleccionadas para el primer disco, pero sí tenían un aire más punk rock, antes de La chica de ayer, no habíamos compuesto ningún medio tiempo.
Mucha gente cree que La chica de ayer es un plagio de La caza al bisonte de Piero.
Esa polémica empezó cuando Antonio había fallecido no cuando se lanzó la canción. Escuché estas declaraciones en 2010 o así y es surrealista. He escuchado el tema y es cierto que en algunos momentos se parece un poco. Si Antonio hubiera conocido esa canción, hubiera sido de milagro, ya que en España no era popular y la música que escuchábamos era anglosajona. Además, no parábamos de hablar y compartir canciones, si le hubiera gustado Piero, algo me hubiera comentado.
Es frecuente que una secuencia de acordes de una canción sea parecida a otra. Por ejemplo, recuerdo la primera vez que escuché Every breath you take de The Police, y pensé que era igual que un tema que se lanzó 10 años antes, de hecho, pensaba que era un cover.
No me imagino a Antonio escuchando La Caza al bisonte en la radio, luego grabarla y copiarla a escondidas. Es muy rebuscado.