Ser joven y poder tener un espacio en el mundo del arte parecen ser polos opuestos. Pero eso es una irrealidad. No hace falta ser una leyenda para poder destacar en este sector. De hecho, todo aquellos considerados como “los más grandes actores de la historia” comenzaron desde una edad muy temprana y, luchando por lo que de verdad querían, llegaron a ser las estrellas que son en la actualidad.
Laura Sánchez (1999) decidió apostar por sus sueños hace casi dos años. Desde entonces el mundo del cine y la interpretación la ha cambiado por completo. Nacida en Santander, la actriz cántabra se encuentra en Madrid cursando sus estudios de interpretación en una academia a la que han acudido muchas otras jóvenes celeridades pertenecientes al mundo del arte dramático.
¿En qué momento decides dedicarte a la interpretación?
En mi caso es difícil porque llevo haciendo teatro desde los seis años. Pero sí que es cierto que los primeros años era más “teatro de colegio”, lo hacías con los amigos y demás. Fue cuando se acabó el taller de teatro del colegio cuando me apunté ya a una escuela de teatro más profesional. En el estreno del primer montaje en esa escuela fue cuando, al ver cómo me sentía al interpretar, cuando dije: yo que quiero dedicar a esto. Quiero que mi vida sea subirme en un escenario y convertirme en otras personas.
Lo tenía muy claro desde pequeña, pero lo decidí con 11 años en ese escenario, en un teatro de verdad, con mucho más público…
Empezaste estudiando Comunicación Audiovisual.
Sí. Al final estás estudiando segundo de bachiller y todo el mundo te dice que tienes que ir a la universidad. Era el ambiente, ves a todos tus amigos viendo universidades y hay una cierta presión.
Empecé Comunicación Audiovisual en Madrid, nada más estudiar el instituto. Pero es verdad que cuando empecé la carrera seguía teniendo en la cabeza que quería ser actriz. Y cuando los profesores te preguntaban qué es lo que más te gusta de la carrera yo siempre decía que quería ser actriz. Un día un profesor me dijo, qué haces aquí.
“Lo que demuestra que la interpretación me encanta es que lo doy todo y me agobio igual pero aun así lo disfruto tanto que sigo con ello hasta el final”
Al final terminé segundo de carrera a duras penas, y estaba muy descontenta porque la carrera en sí no se acercaba en nada a lo que yo quería hacer. Fue entonces cuando lo dejé y tomé la decisión de estudiar interpretación.
Ahora estás estudiando interpretación, que es lo que tu querías.
Sí. A mi me pasa que soy una persona que se agobia mucho con los estudios, me exijo mucho. Me cuesta mucho disfrutar de las cosas más a nivel académico. Lo que demuestra que la interpretación me encanta es que lo doy todo y me agobio igual pero aun así lo disfruto tanto que sigo con ello hasta el final. Lo noto mucho en todos los sentidos. Por fin me estoy dedicando a lo que me gusta.
¿Cómo fue tomar esa decisión?
Hubo unos días críticos porque en segundo de carrera había dejado una asignatura y tenía que recuperarla. La estaba estudiando aunque ya sabía que iba a dejar la carrera. Fueron semanas criticas y estaba como en un bucle. Al final, con el apoyo de mi madre, decidí seguir mi sueño y estudiar Interpretación.
“No haber estudiado en Santander es algo que me ronda mucho en la cabeza”
¿Por qué decidiste estudiar interpretación en Madrid y no en Cantabria?
No haber estudiado en Santander es algo que me ronda mucho en la cabeza. Cuando vine a Madrid, fue como por inercia. De hecho, al principio no quería venir.
Cuando escogí estudiar interpretación, decidí que me tenía que quedar en Madrid. Ya no solo a nivel de estudio, porque aquí hay muchas más opciones que en Cantabria, sino porque a nivel laboral, para lo que yo quería, que es trabajar en ficción y actuar, me tenía que venir a Madrid. Al final para trabajar en ficción tienes que irte a Madrid o Barcelona.
Me da mucha pena porque hay espacios muy buenos para la interpretación en Santander. No al nivel al que estoy aquí en Madrid, pero hubiese podido formarme. Tenía claro que si de verdad me lo quería tomar enserio, tenía que hacerlo en Madrid.
¿Cuál es ese papel que te hubiese gustado interpretar?
El personaje que siempre he querido hacer y que ojalá algún día pueda interpretar es Martirio de La Casa de Bernarda Alba. Me encanta ese personaje. Es muy interesante. La obra en general me atrae mucho porque Federico García Lorca me parece un gran escritor.
También hay una obra de Tennesse Williams que se llama El zoo de cristal, con un personaje que se llama Laura. Cuando lo leí, había una parte de mí que se sentía tan identificada con ella, que dije: ojalá explorar una parte de mí con ese personaje.
¿Dónde te ves en un futuro?
Me gusta mucho el cine, es una obsesión desde pequeña. Me encantaría trabajar en él. Ahora bien, es verdad que ahora en la escuela en la que estoy hago mucho teatro, y me gusta tanto que no me disgusta ninguna opción.
Aquí en España no es como en Inglaterra o Estados Unidos, donde todo está mucho más sesgado. Allí eres actor de cine, de televisión o de teatro, es decir, de una sola cosa. En España la gente se mueve por todos los ámbitos. A mí me gustaría mucho acabar trabajando en cine, pero es que el teatro me encanta por igual.
¿Te planteas irte fuera del país?
Me acanta Hollywood, y me encantaría trabajar allí. Pero ahora mismo no me lo planteo. No sé si es por prejuicios, pero creo que no soy el tipo de actriz para esas producciones. En Europa o en España sí que me veo más.
¿Cómo te ha afectado la pandemia en esta nueva normalidad?
Me ha afectado, evidentemente, pero no tanto como yo pensaba. Tenemos la mayoría de clases presenciales. En ese sentido, tienes los obstáculos de tener un positivo y confinarnos todos aunque llevemos mascarillas y tengamos distancia. Depende de la clase, pero por lo general somos entre 15 y 20 personas.
“La cultura nos salvó durante el confinamiento”
Durante este año de pandemia se ha demostrado que la cultura es uno de los factores más importantes de la sociedad.
La cultura es lo más seguro y hay que apoyarla. En la nueva normalidad que ya he ido al cine, no sé me ocurre nada más seguro que estar en una sala recién desinfectada. El teatro es lo mismo.
La cultura nos salvó durante el confinamiento. Cuando estábamos tan limitados a nivel social y vital, la cultura nos ayudó a no perder la cabeza y a seguir en contacto con la humanidad y la sensibilidad. Es muy fácil decir que la cultura no es esencial, pero el arte nos hace ser más humanos.
¿Qué es lo que más te gusta del teatro y del cine?
Del teatro lo que más me gusta es lo vivo que es todo. Cada vez es diferente, lo vives de otra forma, aunque desde fuera parezca que es igual. Me parece muy romántico el estar encima del escenario, con los focos… Es increíble. Cada vez que haces una obra es distinto, y es algo mágico.
Del cine tengo más relación como espectadora que como actriz. Lo que más me gusta es cómo hace que te transportes a otro lugar. El cine hace que lo que ves en la pantalla pueda ser cierto. Una cosa que me gusta mucho son los grandes personajes, y a veces fantaseo con interpretarlos.
Has trabajado en tu escuela con Daniel Arias, actor de El Internado: Las Cumbres.
Sí. Fue el año pasado y no iba a mi clase, pero si al mismo curso que yo. En mi escuela nos reunimos las diferentes clases del mismo curso. En una de esas reuniones le vi trabajar.
Recuerdo que una vez salió a escena y la gente empezó a murmurar. Al principio no entendía por qué, pero luego descubrí que ya había hecho proyectos y que es el hijo de Imanol Arias. Luego le ves en una serie como El internado: Las Cumbres, que está siendo una bomba a nivel social, e impacta. Al final tu le has visto en tu mismo nivel, enfrentándose a lo mismo y haciendo el mismo trabajo. Es muy raro, no me termino de acostumbrar.
¿Con qué otros actores has estado?
Probablemente haya habido mucho más, tan solo llevo dos años en la escuela. He compartido clases durante unas semanas con Sandra Escacena, que hacía de Verónica en la película de Paco Plaza. La primera vez que la vi fue online, y tuve dudas de si era ella, pero cuando la vi en persona lo confirmó. En actitud, en forma de ser, era una alumna más, se comportaba como todos.
¿Qué proyectos de futuro tienes?
Desde que empecé a estudiar dedicándole todo mi tiempo a la interpretación, estoy enfocándome en formarme para salir con las tablas y con la confianza para poder enfrentarme al mundo laboral. Es muy difícil que volvamos a interpretar a los personajes que trabajamos en la escuela.
Estoy poniendo más el ojo en proyectos para ir empezando poco a poco. Ahora estoy en un proyecto de una webserie para unas prácticas universitarias. Al final en la escuela aprendes unas herramientas, pero también tienes que aprender a adaptarlas a ti mismo.