El arte en Cantabria es un sector en auge que engloba tantas disciplinas como existen. Los nuevos creadores están en auge, y muchos de ellos comienzan a tener el reconocimiento que se merecen en una sociedad que, poco a poco, comienza a valorar lo que esta área puede llegar a aportar.
Carmen Toraya (1999) es un artista emergente que en los últimos años ha demostrado el gran talento que posee. Además, esta cántabra se encuentra trabajando actualmente en un proyecto de Trabajo de Fin de Grado basado en la publicación de varios podcasts en una página web donde se hace eco de la cultura coreana, una área que ha marcado su vida.
¿En qué momento decides dedicarte al arte y al diseño?
Cuando estaba estudiando segundo de la ESO decidí que era a lo que me quería dedicar. Comencé con la cultura japonesa y sus dibujos. Me fascinaba tanto que los pintaba, y eso a mi familia le encantaba. Fueron ellos los que vieron que podría dedicarme profesionalmente a ello.
Una vez me adentré en el mundillo del arte fui tirando más por el tema de imagen y sonido, ya que descubrí que dibujar no estaba hecho para mi. Cuando ingresé en bachillerato de artes plásticas tuve una pequeña toma de contacto con el diseño, y fue otra rama que, a pesar de no estudiarlo a fondo, la tengo presente en mis días.
¿Qué proyectos has realizado?
Me gusta bastante la fotografía, así que en primer año de bachiller nos dieron la oportunidad de presentarnos a un certamen filosófico donde había una serie de categorías (ensayo, foto…). Me presenté a las dos, pero acabé ganando el segundo premio en la segunda modalidad.
También he dedicado mis últimos años a realizar pequeños proyectos de diseño (logos, ilustraciones abstractas que parten de montajes, no dibujos…) y siento que de alguna manera por amor a este arte, he podido adquirir conocimientos mayores en esta área.
Como estudiante de Comunicación Audiovisual he realizado cortometrajes y actualmente estoy trabajando en un producto de un TFG. Esto ha permitido que hiciera pequeños reportajes en los que he podido hablar incluso con la familia de Okuda San Miguel. Del mismo modo, he tenido la oportunidad de tener un programa de podcast universitario sobre cine, lo que ha despertado mi interés por la disciplina.
Además de todo esto, he ejercido como actriz unos cuantos años en una compañía de escenografía teatral. Esto ha ayudado mucho como crecimiento personal.
“Solo unos pocos han podido hacerse un lugar entre los autores más reconocidos de Cantabria”
¿Qué percepción crees que tiene la sociedad cántabra de la cultura en la comunidad?
Considero que la educación cultural no va más allá que la de ser meros espectadores. Quiero decir, esta sociedad aprecia las artes que ofrece la comunidad, pero no va más allá, no entienden todo lo que hay detrás de ello. Dada que es una región pequeña, las oportunidades son menores, pues solo unos pocos han podido hacerse un lugar entre los autores más reconocidos de Cantabria.
Ahora mismo, una de las mayores fuentes de la ‘tierruca’ es el Centro Botín, y creo que están haciendo una gran labor con la infinidad de opciones que ofrecen a los habitantes.
Desde pequeña, siempre sentí que no se le daba gran relevancia al arte en los colegios, en la sociedad en general, y eso es porque no hay un medio previo capaz de difundir esta área tan único y precioso.
¿Consideras que las ayudas a la cultura por parte del Gobierno de Cantabria son suficientes?
Nunca he tenido que recurrir a ello, por lo que no puedo comentar mucho al respecto, pero tampoco se nos educa demasiado con estas opciones y puertas abiertas.
“Vivimos en una generación en la que tenemos al alcance muchas opciones”
¿Qué le dirías a alguien que quiere dedicarse al arte?
Si es lo que desea, le animaría a que siguiera adelante. Evidentemente si este no es lugar para esa persona, siempre hay alternativas, ya habrá sitios donde esté mejor visto y apreciado.
Si no te pueden educar, siempre quedará educarte por ti mismo. Hay muchas fuentes, medios, artistas que inspiran a la gente y dan sentido al arte. Vivimos en una generación en la que tenemos al alcance muchas opciones, lo que favorece nuestra independencia para encontrar lo que nos gusta.
En el caso de que alguien se desmotive por lo que diga la sociedad, es tan fácil cómo mostrar todo sobre el arte, su trasfondo… Eso en mi caso ayudó a mucha gente de mi alrededor para comprender de qué se trataba lo que quería estudiar.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Muchas revistas han marcado mi futuro. Han hecho que me de cuenta de lo que realmente me gusta y a partir de ahí he partido de nuevas nociones que amplían mis conocimientos. Ha habido muchos profesionales de mi carrera que me han motivado a dedicarme a lo que me gusta, así como mis ídolos, lo que me motiva a perseguir mis sueños.
“La situación de pandemia actual ha contribuido al cierre de cines, y eso ha afectado mucho al desarrollo artístico de la comunidad”
¿Qué supone para Cantabria tener una variedad cultural como la que dispone?
Ahora mismo no mucho. La situación de pandemia actual ha contribuido al cierre de cines, y eso ha afectado mucho al desarrollo artístico de la comunidad. Si ya había pocas opciones antes, ahora hay menos. Gracias al Centro Botín, hay una pequeña llama viva de la disciplina. Siguen las representaciones, las exposiciones… contribuyen a la variedad y propagación cultural en la medida de lo posible.
En verano hubo distintos problemas por la obra de Okuda en el Faro de Ajo. ¿Crees que las críticas fueron firmes y tenían fundamento?
Entiendo el descontento que hubo, pero no por temas artísticos. Considero que simplemente no era momento para ello, ahora mismo hay otras prioridades y no intentar hacer un nuevo patrimonio. También es cierto que la gente critica todo lo que se haga sea bueno o malo, y lanzar tanto odio no favorece nada.
La respuesta por parte del artista tampoco fue la adecuada, pero considero que más allá de lo que acontece, su arte no está tan valorado en la región como en otras zonas, pero esto también pasa con más disciplinas alrededor del país. Hay mucha gente que no es correctamente aceptada en su lugar natal y fuera es lo mejor, y eso da bastante rabia, habría que halagar a todos por igual sea donde sea.
¿Qué próximos proyectos tienes en mente?
Como mencioné anteriormente, estoy trabajando en la dirección artística de un cortometraje que se presentará a mediados de año. Además, estoy desarrollando mi TFG que consta de una serie de podcasts que se encuentran en una página web. Mi objetivo con ello es ampliar la red y unirlo con un proyecto futuro que tengo en mente; una revista temática con relación a lo anterior. También tengo pensado embarcarme más a fondo en el mundo del diseño y la maquetación.
¿Cómo ves el futuro de la cultura en Cantabria?
Confío en que en el Centro Botín siga trabajando tan bien cómo lo hacen, con sus propuestas tan creativas y ese amor al arte tan apreciable que desprenden. El hecho de que haya algunas disciplinas en la región muy ligadas a esto me aporta una pequeña esperanza en que despierte el interés de la gente y no tengan miedo.
Un ejemplo que ha marcado un antes y un después en la comunidad fue la implementación del grado de animación digital. Conozco casos y la demanda es enorme, pero aún queda mucho camino para perfeccionarlo ya que para entrar dan prioridad a gente que se dedica a la ciencia. Cuando se comprenda que esta área es más artística que científica, la mejora será enorme. Ojalá pueda propagarse y dar pie a más opciones culturales.