Hace un mes que ‘Love of Lesbian’ hizo el primer ‘experimento cultural’ para comprobar que la seguridad del sector y de las medidas ha resultado ser un éxito absoluto. Este concierto masivo que tuvo lugar el 27 de marzo ha demostrado que este tipo de eventos culturales pueden ser seguros siempre y cuando se tomen las medidas pertinentes.
‘Love of Lesbian’ concentró a casi 5.000 personas en el Palau Sant Jordi ante la atenta mirada de una sociedad con opiniones muy distintas. Por un lado, unos señalaban que era una “locura” hacer este concierto en un momento en el que España ya estaba en la cuarta ola de la COVID-19. Por otro, los amantes de la música pusieron toda su esperanza en que este evento pudiese ser el punto de inicio de una nueva época para el sector. Y los resultados obtenidos han sido un respiro para todos aquellos profesionales que viven por y para la música.
Boris Revollo, Josep Maria Llibre y Bonaventura Clotet, ambos doctores de la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, informaron de que “entre los 4.592 asistentes al concierto que otorgaron el consentimiento para permitir el análisis de los diagnósticos por covid, se han diagnosticado 6 personas positivas, cuatro de los cuales no se contagiaron en el evento“.
“Empieza a haber luz al final del túnel”
De esta forma, también destacaron que la incidencia acumulada entre aquellos que acudieron a este ‘experimento cultural’ “no sugiere ningún impacto en la transmisión de la covid durante el concierto“.
Este éxito ha sido celebrado por todos los trabajadores del sector, así como los diferentes movimientos sindicales que llevan más de un año reclamando ayudas para un sector gravemente dañado por la pandemia de la COVID-19. “Empieza a haber luz al final del túnel“, ha afirmado Jordi Herreruela, director del Festival Cruïlla.
Antes de que comenzase el concierto se realizó un cribado masivo a todos los asistentes, y aquellos con un resultado negativo pudieron acceder al recinto siempre y cuando llevasen mascarilla higiénica FFP2 (que fue facilitada por la organización). También se les realizó un control de temperatura.
“Este concierto es una pequeña batalla dentro de la guerra”
Una vez dentro, los espectadores del primer concierto masivo tras la llegada de la COVID-19 tuvieron acceso a gel hidroalcohólico, al servicio de bar y a lavabos diferenciados por grupos. Lo más destacado de este concierto fue la falta de distancia entre los asistentes, algo inusual después del mes de marzo de 2020.
‘Love of Lesbian’, capitaneado por Sant Balmes, ha hecho historia. De hecho, el propio cantante ha dicho que “este concierto es una pequeña batalla dentro de la guerra“. El grupo había pasado un año y medio sin pisar un escenario, y tras este primer experimento, ha quedado más que demostrado que la cultura es segura, y que los protocolos son los adecuados.